Bienvenid@s a un nuevo post.
En este articulo os voy a hablar de mi experiencia con el yoga y sus beneficios. Algo que, supongo, os sonará un poco ¿no?

¿Por qué el yoga?
Desde hace casi tres años, empecé a practicar yoga por recomendación de mi fisioterapeuta. Él me dijo que me ayudaría a saber relajarme ya que soy una persona que suelo estar en tensión todo el rato y mis músculos ya están un poco hartos de mi.
¡Decidme que no soy la única que le pasa!
Sin embargo, sinceramente, no tenía muchas expectativas puestas en que me fuese a ayudar, ya que soy de ejercicios más activos, pero, igualmente, hice caso (hacer caso a los especialistas siempre suelen traer cosas buenas a tu vida) y, sin dudarlo, empecé a notar los cambios desde el principio.

¿Cuáles son los cambios que me produjo el yoga?
Pues son muchas las bondades que te puede aportar practicar yoga, a pesar de que mucha gente puede pensarlo contrario, al ser movimientos pausados.
En mi experiencia, puedo decir que el yoga te ayuda a ganar agilidad, flexibilidad, elasticidad, fuerza, equilibrio, conciencia de tu propio cuerpo, conciencia de tu respiración, entre muchos otros beneficios.
En mi opinión, lo más importante que he aprendido practicando yoga es el ser consciente de mi cuerpo, de no acumular tensión innecesaria y el saber relajarme controlando la respiración, ¡el mindfulness, amiga, gran descubrimiento!

Si todo ello sigue sin convencerte, quizás el yoga no sea para ti, aun así, yo animo a todo el mundo a probar, el no ya lo tienes, pero ¿y si al final resulta que eres una yogui encubierto?
Además, es fácil, solo tienes que ponerte unas mallas, coger una esterilla y ya tienes todo lo necesario para empezar.

En mi caso, puedo decir que mis lunes son un poco menos lunes después de mi clase de yoga, que no es poco.
¡Venga vamos a movernos! Respira… oomm.
¡Hasta el próximo post!